Molinos...molinos...molinos


"...La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra..."
Foto tomada con mi cámara Rolleiflex 3.5f, usando película Kodak TMax400


Decidí comenzar el año fotográfico con una rápida excursión a la localidad de Consuegra, en la provincia de Toledo. Desde la carretera de los viñedos se pueden ver las once siluetas de sus molinos que, como si de soldados se tratase, escoltan al castillo de Consuegra. A medida que subía al denominado "Cerro Calderico" y me aproximaba a los "desaforados gigantes", muchos recuerdos del Quijote me venían a la mente. A mi derecha, según subía la empinada colina, los molinos de viento de hace cuatrocientos años. A mi izquieda, y a varios kilómetros de distancia, innumerables molinos de viento para generar electricidad. Como una alegoría extraña, marcada únicamente por el sentido de la marcha, el pasado quedaba a mi derecha y el futuro a mi izquierda. Muchas dudas me rondaban la cabeza. Nos cuesta recordar lo malo porque nuestro cerebro tiene una extraña manía de borrar aquello que nos duele. También malo es cuando no recordamos lo malo porque lo desconocemos, porque no sabemos nada de nuestra reciente historia simplemente porque llevamos unos cuantos años en los que se han encargado de ocultarnos multitud de hechos y circunstancias que han marcado el devenir de nuestro país. Son fantasmas que, como los molinos de Don Quijote, nos acechan sólo en nuestra imaginación. Son fantasmas que cuando chocamos contra ellos con nuestra lanza nos propinan un fuerte golpe en el yelmo volviéndonos de súbito a la realidad. Desmontados de nuestra caballería, en el suelo, no podemos hacer otra cosa que alzar la mirada y estar atentos para que el aspa del molino no nos propine el segundo y definitivo golpe.
Pero volvamos a nuestros "gigantes"...

El proceso de transformación del trigo en harina en un Molino de Viento es algo sumamente sencillo, pero a la vez muy curioso. La primera labor que había que desarrollar era el abrir todas las ventanas ya que éstas nos indicaban la dirección del viento. El viento entraba a través de una ventana con más fuerza que por las demás. 

Ventana catavientos...Rolleiflex 3.5f Kodak TMax 400

Una vez que ya se conocía la dirección del viento. Los molineros, desde el exterior orientaban la cúpula del molino a fin de poner las aspas frente al viento. Para ello se ayudaban de los Hitos de Amarre, (pequeñas piedras enjalbegadas que hay alrededor del molino); del Borriquillo, (cabestrante de madera encallado en uno de los Hitos), y del Gobierno. (Palo inclinado que puede observarse en el lado opuesto a las aspas y que pasa desde el exterior hasta la parte superior del molino). El proceso para orientar las aspas es el siguiente:
"Borriquillo"  Foto tomada con mi cámara Rolleiflex 3.5f, usando película Kodak TMax400

Se encalla el Borriquillo en uno de los hitos de amarre más próximos al Palo de Gobierno. Posteriormente se une con una cadena el extremo inferior del Palo con el cilindro del Borriquillo. Una vez unidos se comienza a tensar la cadena, el Gobierno es arrastrado hasta el Hito de Amarre donde está encallado el Borriquillo, logrando que la techumbre del molino gire sobre un raíl de madera engrasado, empotrado en la pared, detalle que sólo se aprecia en el interior del molino. Lo que en sí gira es toda la estructura de madera que se apoya sobre el raíl antes mencionado. Una vez orientada la cúpula y puestas las aspas frente al viento se procede a cubrir éstas con telas o lonas y, una vez cubiertas las cuatro aspas con sus respectivas telas, el Molino está preparado para trabajar. El resto del sistema es muy sencillo.


Rueda Catalina. Foto tomada con mi Rolleiflex 3.5f Película Kodak TMax400

Las aspas trasmiten el movimiento al eje y éste a su vez a la rueda dentada llamada "Rueda Catalina" o "Rueda del Viento"; los dientes de ésta, a su vez, se hallan unidos con los dientes de otra rueda, conocida como "Linterna", formando un engranaje. La Linterna a su vez, contiene un eje metálico que ejerce la función de mover la piedra. Si levantamos el guardapolvo podremos apreciar que el Molino posee dos piedras o Muelas, la superior llamada "Volandera" y la inferior llamada "Solera". El grano se deposita en la tolva, para pasar después a la canaleja de madera que lo deposita entre las dos piedras, donde se tritura y se transforma en harina. La harina una vez molida cae por un canal hasta el piso bajo del molino donde es recogida.


Ventana con otro molino al fondo. Foto tomada con mi Rolleiflex 3.5f Kodak TMax400

No deja de ser curioso que estos artefactos con más de cuatrocientos años de vida sigan en pie y algunos de ellos con plena capacidad de trabajar. Por contra, esos que se ven en la lejanía y que aprovechan el mismo viento para fienes muy distintos, tienen una vida media estimada de 20 años como mucho. Con el ocaso, y la correspondiente ausencia de luz, mi jornada fotográfica necesariamente hubo de terminar. Bajando la cuesta que me llevó al cerro me detuve nuevamente. En esta ocasión, el pasado estaba en la izquierda y el futuro en la derecha...

Comentarios

  1. Magnífica serie, como siempre. La rueda catalina tiene un noseque queseyo que me encanta pero la ventana con otro molino al fondo es un impresionante ejercicio de enfoque y composición. Encantado de leerte de nuevo. Un abrazo enorme

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