Cuarto y mitad de Blanco y Negro

Este sábado ha tocado salir con la cámara en ristre para hacer algunas fotos. Y a diferencia de otros días he salido con la mente "configurada" para fotografiar en blanco y negro (y la cámara, ya que en este caso he usado la digital). Voy a intentar explicar qué se me pasó por la cabeza cuando tomé cada una de las fotografías.

Nuevamente el Rastro madrileño se ha convertido en el lugar idóneo para salir de "caza". En la foto siguiente, tomada muy cerca de Cascorro, dos generaciones caminan en direcciones opuestas. La señora mayor con paso firme, largo y decidido. El señor de la gorra, más despacio y con pasos cortos, como cansado. Dos formas muy diferentes caminar por la vida...


En esta foto, parece que la sombra del hombre que habla por teléfono ha decidido, por su cuenta y riesgo, mirar al chino pintado en la pared mientras su dueño conversa distraído.



Encima de una mesa un precioso crucifijo. Detrás, un espejo que resalta la figura del Cristo.


Unos cincuenta metros más adelante, una colección de lupas en formación parecen escoltar al instrumento. Doscientos euros pedían por él. Lástima de crisis


¿Tan dura es la crisis? Nos habían aconsejado recortar, pero medios maniquíes... no sé si serán demasiados recortes.


Esta burbuja es como la burbuja financiera. Enorme y a punto de caer sobre las generaciones más jóvenes. Mientras, los adultos contemplamos sin poder hacer nada al respecto...salvo fotografiar el simpático momento. 


La experiencia es un grado y este buen hombre peina canas y barba. Una barba que denota paciencia, sabiduría, que engaña al fotómetro y que refleja la luz como si de un espejo se tratara.


Reconozco que tengo una fijación con el Arco de Cuchilleros. Dos parejas separadas por un breve lapso de tiempo en su paso por el arco. Y separadas toda una generación en su paso por la vida.


Los jardines de Sabatini, el Palacio Real, una pareja...¿por qué hice la foto? Ni idea...


Cualquier sitio es bueno para guardar la bicicleta...


Pasan demasiadas cosas en esta foto. Un señor mirando el escaparate. Otro cargado con un pesado paquete bajando la cuesta. Un tercero subiendo con una bolsa. Cuarto y quinta con un carro cargado hasta arriba. Por fin, una moto con dos ocupantes que no pierde detalle. Y todo en apenas cincuenta metros de acera.


Acabo ya...¿qué mejor instrumento que este para dejar constancia escrita de lo vivido? Además de la cámara por supuesto.


Hasta la próxima...

Comentarios

  1. Las fotos aunque en blanco y negro dan una vida increíble.
    Enhorabuena por las fotos.
    Pablo Sancho

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  2. Son todas estupendas y la de la sombra mirando al dibujo del chino pintado en la pared es genial...!!

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  3. Estupendo reportaje, me ha recordado la experiencia de recorrer la "jungla" del Rastro.

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